Friday, May 12, 2006

a veces muero.

salí de mi casa, doblé la esquina y sentí que algo no estaba, como si de pronto existiera mucho más espacio del que normalmente existe, faltaban árboles y casas a un costado de la calle y el cielo se inclinaba para cubrir la superficie vacía dejada por los bosques talados.

faltaban personas, amigos, bisabuelas. me detuve y me puse a pensar en como sería mi vida sin los árboles, sin las almas a las que considero mas cercanas. mi anatomía se paraliza y mi mente se ve invadida de cientos de imágenes, de abrazos y de besos. entonces desplomé mi cuerpo lentamente en el suelo mientras las grietas del cemento se expandían y dejaban entrever mi verdadero mundo de desiertos acongojados, el verdadero mundo y no el que día a día asumo como real. era el despertar de un apacible sueño y comenzar a vivir entre las sombras.

durante la fugaz arremetida de imágenes sólo dos de ellas expresaban sus emociones en tintas de color blanco y negro, y serán únicamente esas dos las que inmortalizaré en mi corazón.

pablo gatica.
abuelita olga.