adiós verano.

siempre los veranos son épocas más o menos críticas para mí, porque no hay mucho que hacer, es poco el tiempo que estoy fuera de santiago y la mayoría de la gente tiene romances o cosas por el estilo y yo no. todos los veranos había sido lo mismo. pero este verano que está terminando (al menos eso dice el calendario) ha sido el más importante de todos. durante enero y febrero de este año me pasaron las mejores cosas que me han pasado en todos los veranos que he vivido, pero a la vez en estos mismos meses y en marzo me pasaron las peores cosas de todos los veranos. las mejores creo que son cuatro cosas y las peores son tres. y no sé cómo recordar el verano dos mil siete, como algo bueno o algo malo, o simplemente como un verano extraaaño. aunque tal vez sería bueno no recordarlo. es difícil porque las cosas buenas que me pasaron, creo que son buenas en serio, mucho, o al menos estoy convencido de eso con dos de las cuatro. pero por otro lado, las cosas malas son de verdad malas, terribles, y esas sí que quisiera borrarlas.

lo bueno de todo esto es que ahora empieza el otoño (al menos eso dice el calendario) que es mi estación favorita y este año espero tener un otoño de verdad, con hojas secas, días nublados y frío, no como el año pasado que fue sólo una prolongación del verano.

sleepy.

cuando tenía catorce o quince años tuve una banda con mi primo matías y con el parra, un amigo del colegio, tocábamos sólo canciones de nosotros y un cover de the ataris, que eran como la influencia por aquellos días. nos juntábamos a ensayar en mi pieza, generalmente los días domingos como a las once de la mañana y a veces después del colegio. esa formación debe haber durado no más de seis meses o algo así, pero yo seguí tocando con los dos, con el matías seguimos los dos con otro nombre, otro sonido y con canciones nuevas, y con el parra hicimos otra banda con otro amigo del colegio y un par de amigos de él, pero bueno, esa es otra historia. en sleepy (así se llamaba la banda, claro, por la canción de the ataris) mi primo tocaba batería, el parra bajo y yo tocaba guitarra y cantaba o intentaba cantar, lo mismo con la guitarra. además yo era el que hacía las canciones y escribía las letras, que hablaban, casi todas, de desilusiones amorosas y corazones rotos.

una vez un amigo me dijo que porqué escribía sobre estas cosas si nunca había tenido experiencias así, tan terribles como las cosas que relataba en las canciones. en ese momento no recuerdo qué le respondí, pero tenía razón, a los quince años no me había pasado nada tan malo, nada peor de que una niña que me gustara no me prestara atención o cosas por el estilo. pero creo que ahora es distinto, ya han pasado cuatro o cinco años desde entonces y por estos días podría escribir cien canciones que hablaran sobre lo que escribía a los quince, pero no tengo el talento ni la motivación para hacerlo. pero ahora creo saber, de verdad, lo que es una desilusión amorosa y un corazón roto.