posiblemente morir atropellado en una calle que llevase su nombre fuese algo especial, quizás un suicidio premeditado o sólo una mera coincidencia, quien sabe. pero logró evitar al automóvil y sin prestar atención a las reprimendas del conductor siguió su camino. apenas había comenzado su tour por disquerías, tiendas de videos y librerías, en la vitrina de una de estas últimas encuentra el libro que andaba buscando. pero las escasas monedas en sus bolsillos una vez mas le impiden hacerse del material que desea y se ve limitado a comprar la misma revista de siempre.son muchos los detalles los que su mirada me negó, pero no importa. por suerte sufjan stevens lo acompañaba. por suerte lo tengo aquí conmigo, ahora, con mis garabatos en su mano.
arisma.

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